Procedimientos Invasivos

Amniocentesis

¿CUÁL ES SU OBJETIVO?

La amniocentesis tiene como objetivo extraer algunos mililitros de líquido amniótico que rodea al feto. Este líquido se produce principalmente en los riñones fetales, por lo que desde un punto de vista podría ser considerado como orina fetal. Una vez extraído el líquido puede ser analizado para confirmar o descartar diversas condiciones en el feto.

 

¿CÓMO SE REALIZA?

La amniocentesis debe llevarse a acabo después de la semana 14 de gestación y se realiza introduciendo una aguja en el abdomen materno y hasta la cavidad amniótica. Una vez ahí usando una jeringa se extraen alrededor de 20ml de líquido amniótico.

Con el fin de evitar lesiones al feto y a otras estructuras importantes el procedimiento es vigilado continuamente con ultrasonido, sin perder de vista la aguja en ningún momento. El riesgo de que el embarazo se pierda como resultado de esta intervención es de 1 por cada 100 a 200 procedimientos. El resultado suele tardar entre 10 y 15 días naturales.

¿QUIEN DEBE REALIZÁRSELO?

Por mucho la indicación actual más frecuente de la amniocentesis es un riesgo alto de síndrome de Down u otros problemas cromosómicos. El riesgo se calcula realizándose idealmente el ultrasonido de 11 a 13+6 semanas o alternativamente con cuádruple marcador sérico.

Otra indicación frecuente es que los padres opten por realizársela por temor a que el análisis de riesgo no sea del todo certero, resolviendo así la ansiedad por parte de los padres. En este escenario, la pareja tiene que estar conciente de que la amniocentesis puede producir la pérdida del embarazo con una probabilidad mayor, que la que tiene el feto de padecer la enfermedad.